·
1 cogollo
·
2 ajos
·
Aceite
·
vinagre
·
Pimentón
Lavamos los cogollos, secamos y partimos en cuatro trozos.
En una sartén con abundante aceite, ponemos a dorar a fuego lento los ajos. Cuando estés doraditos, apartamos, echamos el pimentón y un chorrito de vinagre.
Ponemos un poquito de sal a los cogollos, echamos por encima el aceite de los ajos, añadimos un poquito de aceite crudo y finalmente los ajos crujientes.
Sencillo, pero espectacular!!
¡¡Seguro que os gusta!!!
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