Ingredientes:
·
2
patatas grandes
·
2-3
ajos
·
1
cucharadita de pimentón bien llena
·
Torreznos
·
Caldo
de cocer las patatas
Qué buenas las patatas revolconas, pero cuidado que es una bomba calórica, sólo de vez en cuando. Y nos ha tocado el cuando!!.
Pelar las patatas y cocer en agua con sal hasta que estén bien blanditas.
Pelamos los ajos y los cortamos muy, muy pequeñito, hay quien lo pone en láminas, pero yo prefiero pequeñito para que se mezcle con la patata y no nos encontremos un trozaco grande de ajo. Ponemos un poco de aceite en una sartén y ponemos los ajos a fuego lento, cuando estén dorados añadimos una cucharadita de pimentón, removemos y añadimos un cacillo del agua de cocción de las patatas. Mezclamos todo bien.
Ahora añadimos las patatas, rectificamos de sal y vamos mezclando y chafando las patatas, añadimos de vez en cuando un poquito de agua de la cocción para ayudarnos a aplastar las patatas y para que vayan quedando melosas.
Los torreznos los vamos a freir en una sartén sin aceite, se hacen en su propia grasa, unos trozos grandes y otros pequeñitos. Retiramos cuando estén bien, bien dorados y ponemos sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa.
Colocamos las patatas en una cazuela pequeña de barro e incorporamos los torreznos pequeñitos, mezclamos. Por encima colocamos los trozos grandes.
¡¡¡Seguro que os gusta!!!
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