Ingredientes:
- 1
cochinillo
- Un
poquito de aceite
- Sal
gorda
- Algo
menos de un vaso de agua
En una fuente de barro
preferiblemente, colocar unos palos para que la piel del cochinillo no esté en
contacto directo con el agua y quede más crujiente. Echamos el agua, que quede
un dedo, será algo menos de un vaso.
Lo suyo es untar el cochinillo de
manteca, pero como no tengo, pintamos con una brocha y un poquito de aceite, y
salamos con sal gorda.
Al horno precalentado a 180º durante
1 hora por la parte de dentro (no piel). Le damos la vuelta, pintamos esta cara con aceite y salamos. Pinchamos
con un cuchillo para que no se hagan burbujas en la piel y tapamos las orejitas
con papel albal para que no se queme. Ahora llevamos al horno por 45 minutos.
Ya está, así de sencillo. Sin más.
Y no os podéis imaginar lo rico que está.
¡¡¡Seguro que os gusta!!!
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